El rendimiento de Migue González ha sido una de las notas más destacadas de esta temporada 2017/18 que acaba de llegar a su final. El capitán del Centre d’Esports Sabadell no solo ha destacado por su impecable liderazgo dentro del vestuario. También se ha erigido como uno de los pilares básicos de una de las mejores defensas de toda la Segunda B.
Prueba de ello, los números. Imprescindible en los esquemas de Toni Seligrat en el eje de la defensa, Migue ha disputado 37 partidos completos con la camiseta arlequinada y solo se perdió la visita a Son Moix contra el líder, el RCD Mallorca, por acumulación de tarjetas. Son, por lo tanto, 3.330 en esta 17/18 a sus 38 años, 5 meses y 11 días, un dato que aún hace más remarcable el anterior.
De hecho, porteros a parte, Migue ha sido el jugador de campo con más minutos de todo el grupo III, superando por 15 a Carlos Barreda (CD Alcoyano) y por 27 a Rafa Gimeno (Atlético Saguntino). El ‘capi’ se ha reivindicado tras un año sin demasiado protagonismo en Cádiz y ha demostrado que la edad, en muchos casos, tan solo es una cifra si te cuidas hasta el extremo para alargar tu carrera deportiva.
En toda la Segunda B, tan solo hay un jugador de campo que haya sumado más minutos que Migue. Se trata del mexicano Israel Castro (CD Toledo), que ha disputado tres más que el central arlequinado a sus 37 años. Otros casos similares son los de César Caneda (UD Logroñés, 3.240 minutos, 39 años), Xisco Campos (RCD Mallorca, 3.076 minutos, 36 años) o Santi Villa (Mérida AD, 3.040 minutos, 35 años). En Primera, con la misma cantidad de partidos, tan solo Gerard Moreno (RCD Espanyol) ha jugado más que el ‘capi’.
Migue también ha aportado la estabilidad en el once inicial del CE Sabadell. En las dos últimas temporadas, los jugadores de campo más usados se habían quedado relativamente lejos de los 3.000 minutos: Ramón Verdú (2.730, 2016/17) y Valentín Merchán (2.529, 2015/16).
Y mención especial también merecen sus dos golazos que demuestran cómo ha tirado del carro en los momentos más difíciles. El primero, el latigazo contra el Hércules CF en la Nova Creu Alta cuando el equipo jugaba con diez hombres. Y, también en inferioridad numérica, llegó la falta directa en Son Malferit para igualar un partido que el CE Sabadell terminó con dos jugadores menos.
Imagen: Críspulo Díaz.